VUELO DEL ESPÍRITU | Una contemplación de la muerte

Es realmente sorprendente lo que un proceso de contemplación de la muerte puede desbloquear.

Venimos a la Tierra para practicar la impermanencia y el desapego: es la mayor lección del alma para dejar ir.

Aun así, no queremos pensar que algo acabará, e intentamos aferrarnos todo lo que podemos, a las personas de nuestra vida, a nuestros trabajos, a lo familiar… incluso negamos nuestra mortalidad, actuando como si fuéramos a estar aquí para siempre.

Pero cuanto más desconectados estemos del concepto de muerte y de la energía del cambio, más desconectados estaremos de la vida. Cuando nos hacemos amigos de la muerte, vivimos la vida plenamente.